viernes, 10 de mayo de 2013

"(Creo que)....estamos sufriendo la pérdida del concepto del Bien Común. Agustín Alezzo


PALABRAS DE AGUSTIN ALEZZO
EN EL ACTO REALIZADO EL 9 DE MAYO DE 2013 
EN LA PUERTA DEL TEATRO SAN MARTIN

Agustín Alezzo el día 3 de abril de 2013 en el Día del Teatro

Amigos: Me presento ante ustedes para manifestarles una creencia que tengo: estamos sufriendo la pérdida del concepto del Bien Común.

¿Qué es el Bien Común?

Todos aquellos bienes que pertenecen a la comunidad: calles, escuelas, hospitales como el Borda, teatros, bibliotecas y tantas otras instituciones que nos pertenecen a todos y que no debe esperarse de ellas ningún lucro, sino simplemente el beneficio que conlleva el educar, cuidar la salud de toda la población, proteger a nuestros conciudadanos con una policía que esté al servicio de cuidar nuestras vidas y no de secuestrarnos, golpearnos, asesinarnos o espiar nuestros actos.

Debemos rescatar la noción de Bien Común para volver a gozar plenamente de nuestros bienes comunales, sin consideraciones de ideologías políticas, razas o religiones porque a todos nos pertenecen por igual.
Y debemos volver a priorizar los principios que definen y diferencian lo público de lo privado. El teatro privado o llamado profesional corre siempre un riesgo económico y busca, lógicamente, que ese riesgo se compense con un éxito que equiparará el costo invertido. Es justo esto y así fue siempre en el mundo y como muy bien lo puntualizara en este verano Carlos Rottemberg no aceptando el resguardo estatal, afirmando que un empresario corre riesgos y debe responsabilizarse por ellos.

Nuestros teatros independientes saben de antemano que no ganarán demasiado. Gracias a ellos, Buenos Aires detenta su orgullo de ser quizá actualmente la ciudad del mundo con más reductos teatrales y más espectáculos.

¿Y qué función, en este contexto, queda a los teatros oficiales?
El de hacerse cargo sin ningún tipo de complicidad, explícita o implícita, de los espectáculos que presenta en sus salas como siempre ha ocurrido, responsabilizándose de su programación anual y de las obras, actores y directores que lo conforman. Ofreciéndolos a un precio que esté el alcance de todas las clases sociales.

El Teatro San Martín contaba con equipos de trabajo técnico excepcional que van siendo destruidos. Maquinarias, utilería, sastrería, luminotecnia, sonidista, van perdiendo el nivel de excelencia con que contaban y hasta el mismo edificio va deteriorándose alarmantemente sin que se haga nada para detener este proceso. Y mientras tanto y al mejor postor, se convierte en un lugar que alberga reuniones privadas, festivas. Es vergonzoso. Y no debemos tolerarlo.

Nuestros empresarios que tan dignamente llevan adelante sus empresas en la calle Corrientes no deberían ser cómplices de este desmadre. A ellos también debemos exhortarlos a esta rebelión, porque a ellos también les pertenecen nuestros bienes comunes y es tarea de todos respetarlos.

Los teatros oficiales deben, como siempre lo han intentado, exponerse con autores clásicos y autores nuevos y a la par con espectáculos realmente experimentales. Esa es su función indeclinable, inversa a los teatros que están en manos privadas. Debemos unir nuestras fuerzas para impedir que el proceso de privatización continúe en nuestros Teatros Municipales.

Y lo lograremos si todos nos unimos animados con esa firme decisión. Porque es nuestro, de todos. Debemos no olvidarnos de unas palabras claves: ¡BASTA! ¡NO MÁS!
Entonces va a estar bueno Buenos Aires.

Muchas gracias.

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